jueves, 12 de agosto de 2010

¡¡¡






Donde mi cabeza se apodere de una pistola, y espere a que tu corazón salga de la

clandestinidad.

Acudes a la llamada del beso que te desangre,

y es su rastro el que me guía.

Porque voy a silenciar, el latido del mundo que te pertenece,

para arrojarlo por el balcón del alma.





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