viernes, 26 de noviembre de 2010




He visitado el mundo tres veces antes de verlo morir en otras manos,


se vacía el cristal, solo un mar cuadrado de agua dulce permanece.


Voy a esperar cinco minutos más, hasta el imán de tu presencia.


Me despide el movimiento de una cuchilla que patina por mi espalda,


y hoy se pudre la manzana que me cobija, pienso que es su olor el que te aleja.


Antes de marcharme las palabras de mi boca se caen como la arena de un reloj.


A tu regreso el cristal es una playa solitaria.