domingo, 8 de enero de 2012

.



.
Cuando el cielo se desnude para nosotros, saldremos a celebrarlo.


Mientras, es el tiempo que se tarda en afilar una lengua contra la espina que se eleva por tu espalda.


La cadena. Que atada a mis muñecas puede ser un adorno, adorar, el dolor, adorar un dolor , el adorno.


Y dibujarte una sonrisa en el vientre con las últimas lágrimas de una vela que nos oculte, la marca.


Salir a celebrarlo cuando el cielo se desnude para nosotros. Cubrirse las cicatrices.



.