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Cuando el cielo se desnude para nosotros, saldremos a celebrarlo.
Mientras, es el tiempo que se tarda en afilar una lengua contra la espina que se eleva por tu espalda.
La cadena. Que atada a mis muñecas puede ser un adorno, adorar, el dolor, adorar un dolor , el adorno.
Y dibujarte una sonrisa en el vientre con las últimas lágrimas de una vela que nos oculte, la marca.
Salir a celebrarlo cuando el cielo se desnude para nosotros. Cubrirse las cicatrices.
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